El 16 de octubre se celebra el Día Mundial del Pan, establecido por la Federación Internacional de Panaderos (UIB) para dedicar un día a la historia y al futuro de este alimento, compartir el trabajo de los panaderos, intercambiar pareceres sobre la materia prima con la que se elaboran tantas variedades, etc.
Durante los últimos tiempos la imagen del pan se había visto perjudicada por falsos mitos, como que engordaba o aumentaba el colesterol. Afortunadamente, estas creencias están ya superadas y los beneficios de este producto están plenamente reconocidos. De hecho, el pan está más de moda que nunca.
Cada vez más, los consumidores valoran la calidad del pan que toman, además de la variedad. Existen multitud de especialidades diferentes de pan según la masa, los ingredientes, el método de preparación… Y las panaderías se han dado cuenta de lo que quieren sus clientes, por lo que ofrecen un surtido acorde con la demanda. La muestra del éxito es que por primera vez en 24 años ha aumentado la venta de pan en España. Pero no sólo los comercios son testigos de la moda del pan. A nivel individual, mucha gente ha comenzado a elaborar su propio pan en casa. Una afición que además de relajar produce la satisfacción que tiene el trabajo artesanal.
El pan constituye el alimento básico de todas las culturas. Tiene una gran riqueza en hidratos de carbono y fibra imprescindibles en la alimentación y lo convierten en una gran fuente de energía. Además es una fuente importante de hierro, magnesio y potasio, entre otras cualidades. Los expertos recomiendan consumir entre 220 y 250 gramos de pan al día repartidos en las diferentes comidas (en raciones de 40-60 gramos).
Desde Martín Martín te invitamos a conocer nuestras especialidades de pan: baguette supreme, pan bretón, pan gallego, pan andaluz, barra mediterránea, bastón de leña, pan integral y pan multicereales. Nuestro pan está hecho con harina de alta calidad y pasa por un proceso de doble fermentación de la masa. Por eso, la corteza está crujiente más tiempo, la miga mas esponjosa y al congelar y volver a descongelar, la corteza no se separa de la miga.